Si llevas varias cuentas como contador, si tienes una empresa o una PYME, te interesará saber cómo mantener tus finanzas ordenadas. En artículos anteriores de nuestro blog, te hemos contado cómo asesorarte con un asesor contable o financiero y sus diferencias, así como también, lo que es un contador financiero y cómo puede ayudarte.
Pero ¿sabes cuáles son los gastos financieros y cómo se clasifican?, ¿sabes por qué son importantes y por qué debes tenerlos ordenados? En esta entrada de blog, exploraremos en detalle qué son los gastos de contabilidad, cómo se clasifican y los diferentes tipos de gastos contables que se pueden encontrar dentro de una empresa y por qué son importantes en la economía de esta.
¿Qué son los gastos en contabilidad?
Los gastos de contabilidad se refieren a los desembolsos económicos realizados por una empresa en relación con sus actividades contables y financieras. Estos gastos están directamente asociados con la función contable y son necesarios para mantener los registros financieros precisos y cumplir con las obligaciones legales.
Estos son los gastos o salidas de dinero de una empresa para adquirir bienes o servicios relacionados con sus actividades. Como podrás ver, por lógica, este es un aumento en la deuda y una baja en tus utilidades, produciendo una doble circulación económica.
Los gastos de contabilidad están asociados a la correcta operación de tu empresa, por ejemplo, los sueldos de tus colaboradores, arriendos de oficina, artículos de oficina y todo lo que necesitas para una buena operación del negocio.
¿Cómo clasificar los gastos contables?
Los gastos de contabilidad se pueden clasificar en diferentes categorías según su naturaleza y función. A continuación, te presentamos las clasificaciones más comunes:
Gastos operacionales y no operacionales
Estos son los gastos que te ayudan a realizar las tareas diarias de tu empresa, aquí se encuentran los que ya nombramos, como los salarios, el arriendo, inventarios, suministros y gastos de marketing. Pueden ser fijos como los sueldos y arriendo, o también pueden ser variables como pago de horas extraordinarias, impuestos, comisiones, entre otros.
Lo mejor que puedes hacer es reducir los gastos operacionales y conseguir un buen equilibrio entre lo que necesitan tus colaboradores para poder hacer su trabajo con dignidad y lo que en verdad puede gastar tu empresa.
Ten en cuenta que hay ítems que no son considerados gastos operacionales, como: infracciones, demandas laborales, incendios o averías, ya que todos estos no forman parte del funcionamiento diario de la compañía.
Gastos directos e indirectos
Los gastos directos están relacionados con la elaboración de los productos o servicios que entregas y deben ser considerados al momento de fijar los precios. Por ejemplo, mano de obra, transporte, costes en logística, entre otros.
Por su parte, los gastos indirectos son aquellos que no están ligados directamente con la elaboración de productos o de la entrega de servicios y, aún así, son importantes para el correcto funcionamiento de tu negocio, por ejemplo, los salarios, mantenimiento, promoción.
¿Cuáles son los tipos de gastos dentro de una empresa?
Además de clasificarse como mencionamos más arriba, los gastos contables pueden ser de diferentes tipos:
Gastos administrativos
Ya los hemos nombrado en este artículo y son aquellos que sirven para hacer operar tu empresa, pero que no están directamente relacionados con la fabricación de un producto o de una entrega de servicio. Como ya dijimos, los sueldos de los trabajadores están en esta categoría.
Gastos de depreciación
La depreciación es la disminución del valor de los activos a lo largo del tiempo debido a su desgaste, obsolescencia u otros factores. Los gastos de depreciación se refieren a la asignación sistemática de la depreciación de activos fijos, como equipos, vehículos o edificios, a lo largo de su vida útil.
Gastos financieros
Son los gastos para servicios de terceras partes en que la empresa incurre para lograr determinados objetivos, por ejemplo, un préstamo bancario, bonos, comisiones bancarias, seguros y otros gastos con el que se financia la operación.
Gastos de ventas
Estos son los gastos que la empresa destina para terminar con el proceso de venta, por ejemplo, gastos de distribución, de entrega, promoción y los llamados gastos de postventa, abarcando todos los procesos en el que incurre el negocio para hacer llegar al cliente el producto o servicio que compró. La disminución o aumento de estos gastos no necesariamente impulsan la venta, así que siempre es necesario estar en control de estos gastos.
Gastos extraordinarios
Estos son desembolsos no recurrentes que surgen de eventos inusuales o excepcionales, como multas legales, indemnizaciones, pérdidas por desastres naturales, entre otros.
Es importante destacar que estas clasificaciones pueden variar según las necesidades y características específicas de cada empresa. Te recomendamos contar con el apoyo de un profesional contable o asesor financiero para realizar una clasificación adecuada de los gastos de contabilidad en un contexto particular.
Como verás, los gastos de contabilidad desempeñan un papel crucial en el registro y control financiero de una empresa. La correcta clasificación de estos gastos permite una gestión más eficiente y precisa de los recursos económicos.
Al comprender qué son los gastos de contabilidad y cómo se clasifican, podrás mantener un seguimiento adecuado de tus finanzas y cumplir con las obligaciones contables y legales. Recuerda que, en caso de dudas, siempre es recomendable buscar el apoyo de expertos contables para garantizar la exactitud y cumplimiento de las normativas vigentes.
Recuerda que puedes leer nuestro artículo sobre los 5 consejos para tomar el control de tu negocio y, si quieres ser el primero en leer el contenido que subimos de interés para contadores, estudios contables y pequeñas y medianas empresas, suscríbete al blog y a nuestras redes sociales.