Cómo la tecnología está cambiando las habilidades que necesita un contador moderno
Descubre las nuevas habilidades que necesita un contador moderno para ser relevante en la era digital. Tecnología, asesoría y análisis son la clave.
Estos fueron los problemas de la Operación Renta 2025 y cómo prepararte mejor con tecnología y planificación anticipada.
La Operación Renta es uno de los procesos más críticos y exigentes del calendario tributario de nuestro país. Cada año, contadores, estudios contables y empresas de todos los tamaños destinan semanas, incluso meses, a recopilar información, validar datos y cumplir con los requerimientos del Servicio de Impuestos Internos (SII). Sin embargo, el período de renta 2025, además de presentar los desafíos habituales, sumó una serie de obstáculos que generaron amplio malestar en el gremio contable.
A través de redes profesionales, medios especializados y declaraciones del Colegio de Contadores de Chile, se levantaron fuertes críticas hacia el proceso de este año. ¿Las razones? Normativas poco claras, cambios de criterios a último minuto, problemas técnicos en plataformas digitales y una sobrecarga de tareas mal distribuidas en el tiempo. El resultado fueron jornadas extenuantes, errores involuntarios y una sensación generalizada de frustración e incertidumbre.
Pero más allá de la queja puntual, lo que dejó en evidencia esta Operación Renta es algo más profundo: la necesidad urgente de replantear la forma en que contadores y estudios contables enfrentan este tipo de procesos. La automatización con IA y la preparación anticipada no pueden ser considerados lujos, sino condiciones mínimas para sobrevivir (y crecer) en la profesión contable en un entorno tributario cada vez más cambiante.
En este artículo analizaremos qué salió mal en la Operación Renta 2025, cómo afectó al mundo contable y qué aprendizajes podemos rescatar. Y lo más importante: te mostraremos cómo puedes prepararte desde hoy, con mejores herramientas, procesos y apoyo tecnológico, para enfrentar el próximo período con más control, menos estrés y mejores resultados.
Durante los meses de marzo y abril, cientos de contadores y estudios contables en Chile levantaron la voz: la Operación Renta 2025 fue, en su opinión, una de las más complejas y desgastantes de los últimos años. Más allá del volumen natural de trabajo en esta época, que no es menor, lo que encendió las alertas fueron fallas estructurales que dificultaron el cumplimiento correcto y oportuno de las obligaciones tributarias.
A continuación, revisamos punto por punto las críticas señaladas por el gremio de contadores:
Uno de los mayores dolores fue la ambigüedad en la aplicación de ciertas normativas tributarias. Una gran cantidad de profesionales contables reportaron que el SII emitió instrucciones que no siempre eran coherentes entre sí o que cambiaban a mitad del proceso. Esta falta de consistencia generó confusión sobre cómo declarar ciertos ingresos, aplicar exenciones o calcular bases imponibles, dejando espacio para interpretaciones contradictorias y exponiendo a los contadores al riesgo de fiscalizaciones injustas.
Además, algunas circulares se publicaron muy cerca de las fechas límite, lo que obligó a hacer ajustes sobre la marcha sin el debido análisis técnico.
Nadie podría negar que la digitalización del sistema tributario es un avance necesario, pero también hay que tener en cuenta que trae aparejados algunos desafíos importantes. Durante la Operación de este año se reportaron caídas del sitio web del SII, bloqueos temporales de usuarios, lentitud en la carga de datos y fallas al intentar validar declaraciones.
Para quienes manejan decenas o cientos de empresas, estos obstáculos técnicos no pueden ser consideradas una molestia menor. sino "cuellos de botella" que paralizan el trabajo y aumentan el riesgo de errores. La experiencia del usuario, en el proceso más importante del año tributario, fue catalogada como insatisfactoria.
Si bien las fechas para declarar se conocen con varios meses de anticipación, este año los plazos se sintieron más estrechos que nunca.
Uno de los factores que más se escucharon durante el proceso es el retraso en la entrega de información por parte de clientes y proveedores y, aunque esto sucede cada año, los cambios de última hora retrasaron también a clientes.
Otro de los factores fueron los cambios en la norma que obligaron a rehacer procesos sobre la marcha, produciendo un aumento en la carga administrativa que no tuvo una compensación en los plazos oficiales.
El resultado fue una Operación Renta que se vivió “al límite”, con jornadas laborales extendidas, fines de semana sin descanso y un estrés generalizado que afectó la salud mental y el desempeño de muchos profesionales contables.
Las redes sociales y foros especializados dejaron entrever un sentimiento común: cansancio, frustración y desmotivación. El mensaje que más se repitió fue claro: “Estamos haciendo lo mejor posible, pero el sistema no nos acompaña”. La Operación Renta 2025 dejó una huella emocional en el ecosistema contable, poniendo en evidencia la urgencia de revisar los procedimientos tributarios y las condiciones laborales de quienes los ejecutan.
Las dificultades de la Operación Renta 2025 afectaron la rutina de los contadores, eso es un hecho, pero también la operación diaria de las empresas y estudios contables que dependen de procesos tributarios fluidos. Los problemas generados con los cambios a última hora y los inconvenientes técnicos permearon frustración, pérdida de tiempo, riesgos financieros y un deterioro en la relación con los clientes.
El retraso en plataformas, la confusión con los cambios apresurados y la necesidad de rehacer declaraciones obligaron a muchas empresas contables a extender sus jornadas hasta altas horas de la noche. Las horas extras no previstas aumentaron los costos laborales de las empresas.
También, colaboradores dedicados al asesoramiento de clientes o a la generación de negocios, tuvieron que cumplir labores contables que no les correspondían, sacándolos de sus propias funciones, lo que llevó a una pérdida de nuevas oportunidades de ganancia.
Otro factor que a veces no se mide es que la sobrecarga de trabajo en el personal aumenta el riesgo de errores generados por el cansancio.
En términos económicos, cada minuto perdido en procesos manuales o resolviendo fallos del sistema tiene un costo real: menor rentabilidad por cliente y reducción de la capacidad de atender nuevas cuentas.
La incertidumbre y los fallos en la plataforma del SII generaron dificultades para explicar los atrasos e inconsistencias a los clientes. Muchos contribuyentes no entienden las complejidades del sistema y ven los problemas como fallos del contador, lo que deteriora la confianza.
En este contexto, la comunicación se vuelve crítica: explicar con claridad los plazos, las contingencias y las estrategias para corregir errores se convirtió en una tarea paralela y demandante para los contadores.
Los cambios de criterios normativos de última hora dejaron a varios profesionales en una zona gris: ¿La declaración que entregamos hoy estará correcta mañana? El riesgo de errores involuntarios implica posibles fiscalizaciones, multas e incluso revisiones retroactivas.
Para muchas empresas, este escenario llevó a un aumento del estrés financiero, ya que cada error en la Operación Renta puede significar sanciones económicas o pagos duplicados.
Un mal proceso tributario pueda erosionar la reputación de una empresa contable o de un contador independiente, incluso cuando los problemas provienen de la plataforma misma del SII. Un cliente insatisfecho puede cuestionar la capacidad del contador, aunque este haya hecho su máximo esfuerzo en circunstancias adversas.
Más allá de los números, el desgaste emocional de los contadores es real: jornadas largas, presión por cumplir con cada empresa y la sensación de estar "apagando incendios" en lugar de trabajar de forma estratégica. Esta dinámica refuerza la necesidad de modernizar procesos para que los profesionales puedan centrarse en asesorías de valor, en lugar de en tareas operativas y repetitivas.
La Operación Renta 2025 no solo dejó frustraciones, también dejó enseñanzas valiosas sobre lo que se debe y no se debe hacer al enfrentar uno de los momentos más exigentes del año para contadores y empresas. Debemos aprender de esta experiencia para reducir riesgos en el futuro, optimizar tiempos y entregar un mejor servicio a los clientes.
Aquí te compartimos algunas buenas prácticas que pueden marcar la diferencia de cara al próximo período de renta:
Aunque no todos los ajustes tributarios se comuniquen con la debida anticipación, es nuestro deber mantener una vigilancia constante de los cambios en el SII: publicaciones de circulares, resoluciones, declaraciones del Colegio de Contadores, entre otros.
Además, recomendamos que el equipo contable destine tiempo mensual a la actualización normativa, como parte de su rutina interna. La capacitación continua ya no es opcional, ya que es la única manera de entregar servicios de calidad.
Los errores ocurren cuando los procesos no están claramente definidos, sobre todo en momentos de alta carga laboral. Por eso, recomendamos que las empresas contables cuenten con protocolos escritos y sistematizados que les ayuden en:
Un buen sistema documental, además de evitar errores, facilita el onboarding de nuevos colaboradores y mejora la comunicación interna.
Muchos contadores siguen perdiendo horas valiosas descargando documentos del SII, ingresando datos manuales o armando reportes en Excel. Ya es hora de que estas empresas de contabilidad, incluso si eres un contador independiente con muchos clientes, se sumen a la automatización de procesos, que libera tiempo para tareas de análisis y revisión, reduce errores y mejora la trazabilidad de la información.
Quienes llegaron más tranquilos a esta Operación Renta fueron justamente aquellos que ya habían avanzado en la automatización contable.
Aunque el foco suele estar en el equipo interno, una Operación Renta exitosa también depende de la colaboración de los clientes. Por eso, vale la pena implementar estrategias de educación simple y clara para ellos como guías rápidas con documentos requeridos, recordatorios por email o pequeños webinars o videos cortos con explicaciones básicas.
Un cliente bien informado entrega su información a tiempo, entiende mejor los plazos y valora más el trabajo del contador.
Después del cierre, no todo termina. Siempre recomendamos que los equipos contables realicen una evaluación interna del proceso para ver qué funcionó bien, qué podría mejorarse, los imprevistos que se generaron y cómo se manejaron.
Con este feedback, la empresa contable se puede preparar mucho mejor para el próximo período con mejores herramientas, más orden y menos improvisación.
Frente a la complejidad de la Operación Renta 2025, podemos sacar una conclusión inevitable: ya no basta con tener conocimiento técnico y compromiso profesional. Los contadores y las empresas que quieran estar realmente preparados para el próximo año, necesitan herramientas tecnológicas que acompañen su trabajo diario, les ahorren tiempo y reduzcan errores al mínimo.
Uwigo puede ser el verdadero copiloto contable que necesita tu empresa, ya que está diseñado para simplificar tareas tributarias y administrativas sin que pierdas el control. La automatización por Inteligencia Artificial te ayudará en los procesos que consumen horas y estresan al equipo y esto significa menos tiempo pegado al Excel, menos riesgo de errores y más foco en lo que realmente importa: el análisis y la toma de decisiones.
Si quieres conocer más sobre la nueva funcionalidad de sincronización de documentos nocturna con IA de Uwigo, te dejamos nuestro artículo de blog.
Como ya te contamos en entregas pasadas, la tecnología no viene a reemplazar a nadie, sino que viene a potenciar a colaboradores y empresas contables. La idea es liberarlo de tareas administrativas que no le aportan nada como profesional, lo agotan y lo exponen a errores.
Si quieres saber más sobre el nuevo rol del contador en la era digital, te dejamos el artículo de nuestro blog para que te interiorices en este tema.
La Operación Renta 2025 dejó una enseñanza contundente: incluso los contadores más preparados pueden verse sobrepasados cuando las plataformas fallan, las normas cambian sin aviso y los tiempos no alcanzan. Pero también demostró algo más profundo: que es posible anticiparse, planificar mejor y apoyarse en tecnología para enfrentar estos desafíos de forma más eficiente.
No se trata solo de sobrevivir marzo tras marzo, se trata de transformar la forma en que trabajamos todo el año. Desde automatizar tareas repetitivas, hasta contar con un software que te mantenga al día con las exigencias del SII, lo que está en juego no es solo la eficiencia de tu empresa contable, sino tu bienestar, la relación con tus clientes y el crecimiento de tu negocio.
Estamos convencidos de que un proceso tributario complejo no tiene por qué ser un proceso caótico. Ahora es el momento de tomar el control. No esperes a marzo para modernizar tu forma de trabajar. Empieza hoy.
Esperamos que esta información haya sido de utilidad si eres empresa o contador. Recuerda estar atento a nuestro blog, ya que estamos subiendo siempre información de interés sobre finanzas, administración y contabilidad. No dejes de seguirnos en las redes sociales y visita la web de Uwigo para conocer más del software contable o si deseas comunicarte con nosotros.
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